El Grupo
Urgrim: enano explorador, cazador de hombres rata y único superviviente de una colonia enana que se dedicaba a la elaboración de cerveza. Pendenciero pero noble y leal.
Leonard: mago humano recién salido de la universidad en Tarsis. Muy interesado en civilizaciones antiguas y en todos los estudios que tengan que ver con los tiempos pretéritos. Con tendencia a quedarse absorto cuando algo atrae su erudición.
Lerioth: elfo clérigo de Lothian, antiguo marinero de la flota de su majestad el Emperador. Tras un desagradable incidente a bordo de un bajel, abandona la marina para dedicarse en cuerpo y alma a su Dios. Con tendencia quizá a ser más papista que el papa, su lealtad a sus amigos está fuera de toda duda.
Alton: mediano pícaro con tendencia a “tomar prestado” todo aquello que no esté clavado al suelo. Hechizado por las historias que le contaba su tío, hace relativamente poco tiempo que se lanzó al polvo del camino. Dicen que la curiosidad mató al gato, veamos qué hace con el mediano.
Luther: mago humano, viejo compañero de estudios de Leonard en Tarsis. Despedido con cajas destempladas de la universidad por razones que aún no ha revelado a sus compañeros, se le nota que sabe buscarse la vida y no le faltará un lecho sobre el que dormir o un plato del que comer. Solo su avaricia puede traerle algún que otro percance…
1 de Newsyear
Nuestro grupo comenzó su andadura en North Creek, a unos 3 días de Ptolus. Habían sido contratados para acabar con una bruja que había secuestrado varias niñas en la costera aldea. La trampa que se les ocurrió para tal menester no era mala idea, aunque no pudo resistir la incompetencia de sus tácticas de combate. Urgrim recibió un orbe cromático de ácido que acabó con su disfraz de niña secuestrable (para beneficio de los ojos de sus amigos) así como con su consciencia y Leonard casi reduce el granero en el que esperaban a la bruja a cenizas... Aun así, nuestros protagonistas salieron airosos de sus primer encuentro, derrotando a la bruja y su compañero animal y regresando a la aldea enttre gritos de alivio...
El alcalde de North Creek, Mattheus Grayson, les recibió en su casa dónde invitó a vino mientras les presentaba su recompensa: las escrituras de la casa de su desparecido hermano Otyk Grayson. Al parecer su hermano había desaparecido hacía 4 semanas y las autoridades de Ptolus habían dados las escrituras al único familiar del pobre Otyk, el alcalde de North Creek. Además, parecía que la mujer de Otyk, Martha, había sido ingresada en una institución para los “mentalmente inestables”. Un poema vamos…
El alcalde Grayson dejó una advertencia al grupo antes de retirarse con Lerioth a avisar a las familias de las infantes desparecidas: unos hombres embozados que parecían venir de Ptolus trataron de comprarle la propiedad poco después de recibir los papeles de las autoridades de Ptolus. El alcalde no les vendió la casa pero sí que notó cierto aire misterioso en esas dos personas que no le gustó nada…
2 y 3 de Newsyear
Viaje a Ptolus sin incidentes con noche en sendas posadas del camino.
4 de Newsyear
El grupo de amigos llegó en el cuarto día del año a Ptolus, la Ciudad junto a la Espira, la Ciudad de los Prodigios… y tras una breve cola en la puerta norte de la misma, accedieron al interior de la misma. Siendo todos ciudadanos imperiales no hubo problema por parte de la Guardia más allá de cobrarles la tarifa habitual de 1moneda de plata y regalarles la advertencia de que no andasen de noche por el barrio de Las Sombras.
La ciudad dejó sin habla a los 5 aventureros: duidas acompañados de poderosos osos andando por la calle, gente montada en alfombras voladoras, magos invisibles miembros de la guardia que se dedican a detener ladrones, misteriosos carros de los que no tira ningún buey que se dedican a recoger basura por la ciudad...
El grupo encaminó sus pasos hacía el OldTown dónde se encuentra el bizantino edifico administrativo del Ministerio de la Vivienda de Ptolus, enterándose por el camino, gracias al rotativo local (El Independiente de Ptolus), que los Supervisores de las Alcantarillas de la ciudad estaban en huelga para mejorar sus condiciones laborales.
Una vez en el edificio administrativo, y tras arreglar el papeleo, las tareas en el grupo se repartieron…
Lerioth se presentó en la catedral de Lothian dónde se enteró de dónde estaba el lugar de culto en el barrio del North Market, el barrio donde se encontraba su nueva propiedad. Además se unió a los rezos del día dónde demostró más fé que ningún otro.
Leonard se sumergió en los registros de la vivienda de la ciudad gracias a su cara bonita y a conocer unos cuantos nombres que demostraron ser capaces de abrir muchas puertas en el registro. Allí averiguó los nombres de los anteriores propietarios de la casa (y por este orden): Otyk y Martha Grayson, Dollin Ebonhome, Jürgen Kast, Hamid Kast, y un largo etcétera de familiares Kast.
Mientras tanto, Alton y Luther se fueron de bares por el barrio y, de camino, pudieron maravillarse ante la Universidad Imperial, La Arena de Gladiadores, la Biblioteca de la Ciudad y la Torre de la Ciencia, lugar este del pudieron averiguar que se construía bajo la financiación del Shul, una organización que parecía dedicarse a la promoción de la ciencia y la vieja tecnología en la ciudad.
Por su lado, Urgrim, acudió al ministerio de Sanidad consiguiendo enterarse de que la recompensa por cada cola de rata gigante u hombre rata se pagaba a 5 monedas de oro. Música para sus oídos peludos…
A eso de las 7 de la tarde los 5 amigos se dirigieron a su nueva casa con las pesadas llaves de la misma en el bolsillo. La casa resultó ser una vieja mansión de hace años compuesta por 3 plantas y un pequeño patio con salida a la calle. Una primera investigación pronto reveló que la casa disponía de una pasaje secreto en la planta baja que daba acceso a un viejo dungeon. Exploraron el dungeon hasta que encontraron una salida hacía una zona recientemente excavada además de un par de salas en las que se veía que vivía y dormía un pequeño contingente. Su pequeña exploración se cortó en seco cuando todos pudieron ver a un espía inesperado, un pequeño hombre rata albino que les espiaba desde una de las escaleras que se sumergía en las profundidades de la tierra. El grupo persiguió al hombre rata albino pero, aunque por el camino derrotaron a una pareja de hombres rata comunes, no dieron con el espía que se sumergió en la negrura de un túnel. El grupo entonces decidió irse a dormir para a la mañana siguiente, con fuerzas renovadas, equiparse un poco mejor para perseguir al hombre rata albino.
La noche la pasaron entre escalofríos y sudores pues un fantasma, que parecía ser el de Otyk Grayson, se apareció por la casa y no les dejó dormir tranquilos. El pobre buscaba a sus hijos bajo el subsuelo.
5 de Newsyear
Por la mañana, mientras el grupo desayunaba en El Semental Rojo, taberna propiedad de Yallis Kether y Utha Arien, Lerioth acudió al puesto de guardia local donde le recibió el Capitán de la misma y le hablo un poco del barrio. Ante las preguntas sobre la familia Grayson el comisario citó un rumor que crecía por las calles: Martha Grayson le daba a la botella y el padre de familia había huido de la ciudad con los hijos de ambos…
Tras el copioso desayuno los 5 aventureros se dirigieron a la Plaza de los Buscadores, pues así se llama a los aventureros en Ptolus. Allí visitaron varios de los establecimientos más pintorescos de las ciudad: la taberna Danburys (donde Luther compartió confidencias con dos magos locales), el local de Las Curiosidades de Ebbert (donde vieron una demostración de los más inverosímiles útiles de aventuras), la tienda de armas de Rastor el Litoriano (donde se dieron cuenta de lo pobres que eran) y la tienda de objetos mágicos de Myraeth Tuneweaver y su ogro guardaespaldas de fiera mirada (donde compraron unas pociones de curación). Los muchachos lamentaron su corto bolsillo y prometieron a todos que volverían cuando sus carteras sonarán algo más que una pandereta.
Tras eso el grupo se sumergió en las profundidades bajo su hogar, profundidades que conducían a una encrucijada. En ella tomaron el camino que conducía a las alcantarillas donde, tras una breve caminata, dieron con un piquete de supervisores de las alcantarillas. Solo la labia de Lieroth así como una pequeña suma de monedas de oro que aflojo Urgrim calmaron los ánimos. Tras el breve encuentro el grupo vagabundeo por las alcantarillas hasta que dieron con lo que parecía ser una pared rota que daba a la madriguera de los hombres rata. Tras una emboscada marca de la casa (el enano cayó al agua alertando a los guardias), el grupo se sumergió en la madriguera a golpe de hacha, flecha y virote de fuego. En el interior y en el fragor de la batalla, volvieron a ver al hombre rata albino, pero este volvió a escaparse mientras el grupo era “entretenido” por una rata del tamaño de un pony.
Y hasta aquí el primer capítulo de sus andanzas… ¡¡no cambien de canal!!