Tras acabar con los enemigos que se les enfrentaron en el dungeon bajo el templo del Dios Rata, los Alegres Sufridores de North Market volvieron a los túneles y siguieron el que sospechaban era el rastro que les llevaría hasta el templo de los sectarios de Abhot. Siguieron el mapa con el que se habían hecho en la guarida de los hombres rata y pronto llegaron a una bifurcación del camino. En esa bifurcación lucharon contra una pareja de enormes Carroñeros Reptantes que les atacaron desde el techo. Una vez eliminados pudieron buscar las puertas secretas que sabían que ahí estaban y pudieron hacerse con varias armas del pasado entre las que destacaba una espada de capitán de los tiempos antiguos de la lucha contra Ghul. Una vez revisadas las salas siguieron los túneles hasta dar con la entrada al templo subterráneo de los cultistas. Decidieron no entrar de noche y volvieron a las salas secretas a descansar.
8 de Newyear
Lo hicieron y a primera hora de la mañana, el señor enano guió a sus compañeros de vuelta a la entrada. ¡Quién los ha visto y quién los ve! Los mismos que hace menos de 2 semanas casi morían quemados en un sucio granero alejado de la mano de Dios, fueron capaces de infiltrarse en el templo, inmovilizar o matar a varios guardias, interrogar a uno de ellos... y todo ello sin que hicieran más ruido del que hace una sombra. Se ve que la Alegre Compañia va cogiendo galones... El soldado interrogado les contó que los cultistas usaban el hongo de los hombres rata para horrendos experimentos, siendo unos engendros sin cerebro el resultado más habitual de los mismos.
Tras acabar con los guardias se dirigieron hacía la mazmorra del templo, aunque ellos no lo sabían todavía. En su interior encontraron a un clérigo de Abhot y un par de guardias que cayeron en menos de lo que se tarda en decir "tirar las armas". Nuestros heróes liberaron a unos cuantos ciudadanos que se encontraban presos y encontraron el cadaver del antiguo dueño de su casa, Otyk Grayson. Parece que tanto él como sus hijos perecieron a manos de los cultistas... la pena fué grande... Así mismo, y rodeado de un montón de papeles, los Sufridores encontraron una carta que hizo saltar todas sus alarmas:
“Las pruebas han sido un éxito. El hongo de los hombres rata ha podido ser convertido en polvo inhalable con efectos aún más maravillosos que la ingesta en crudo. El aparato volador ha sido “conseguido” y el polvo inhalable llevado al taller improvisado, solo nos falta que nos mandéis al técnico para montarlo todo. He mandado a Takor a supervisar la operación. Ya no queda nada… mantenemos la fecha del 15N.
MJ”
Las implicaciones de esta carta eran enormes y un escalofrío recorrió su espalda al pensar en las consecuencias... una ciudad llena de engendros....
Antes de seguir recorriendo el templo subterráneo quisieron abrir todas las celdas y en una de ellas encontraron uno de esos engendros de los que hablaba el soldado. La lucha fué encarnizada y alguno de nuestros heróes favoritos mordió el polvo antes de que la Compañia lo matara y redujera a cenizas. Los gritos y el sonido de la lucha avisaron al resto de soldados del templo que algo pasaba y se apresurarón a evacuar el templo mientras entretenian a los Sufridores. Nuestros protagonistas llegaron a cruzar aceros con la capitana de los soldados del culto y vieron a varios clérigos huyendo hacía los túneles, poniéndose a salvo.
Tras esto volvieron a casa a descansar, no sin antes acabar de registrar el templo. Salas que eran portales dimensionales, unas alfombras asesinas y un par de engendros en el templo principal.... un día más en la oficina. Ya en casa, avisaron a la guardia de la Ciudad de lo que habían presenciado y poco después se enteraron que el mismisimo Comisario había prohíbido el Culto de la Mano de Ébano, la tapadera de los cultistas de Abhot.
Los Sufridores que habían permanecido en la casa tenían noticias también. Había aparecido una nota clavada en la puerta de la casa con una daga:
“Queremos hablar con ustedes. El día 10 a las 22h en El Grifo, en Midtown.
D.”
9 de Newyear
Lo primero que hizo la Compañia fue proceder a enterrar los restos de Otyk Grayson en la Necropolis de la ciudad, todo oficiado por el clérigo de Lothian de su barrio. Quedaron impresionados por la Necropolis: por sus mausoleos y sus tumbas, sus enormes avenidas y su misterioso halo... no sería la última vez que lo visitaran, aunque eso es otra hsitoria. No nos desviemos.... Tras eso, la Compañia se decidió a acudir al Barrio Gremial donde hablaron con varios artesanos para instalar rejas en las ventanas de la casa así como puertas y cerraduras reforzadas. Tras dejar eso atado, decidieron que quizá debían hablar con los Halflings Globonautas sobre su aparato volador "extraviado" antes de que terminara el día.
¿Quién será el misterioso MJ? ¿Y Takor?
¿Quién es ese misterioso "D." que deja notas clavadas con puñales? ¿No son demasiadas iniciales y muy poco nombre?
¿Qué pretenden los cultistas de Abhot? ¿Quién es Abhot? ¿Podrán nuestros heroes encontrar el aparato volador antes de que culminen su plan los locos seguidores del caos? ¡¡En breve lo sabremos!!